¿Dónde está Alfredo Jiménez Mota?
El periodista Alfredo Jiménez Mota sigue desaparecido. Desde hace dos años, un denso velo de impunidad cubre su misteriosa ausencia. De aquellos "avances sustanciales" en la indagatoria, solo quedan reminiscencias de la documentada ineptitud de los fiscales especiales.
Por Froylan López/Hermosillo
Periodismo de la Frontera
El periodista Alfredo Jiménez Mota sigue desaparecido. Desde hace dos años, un denso velo de impunidad cubre su misteriosa ausencia. De aquellos "avances sustanciales" en la indagatoria, solo quedan reminiscencias de la documentada ineptitud de los fiscales especiales. Y ni qué decir del compromiso de Vicente Fox que se ofreció a echarle toda "la canilla", pero ésta resultó de trapo. A 730 días, las pesquisas en el Caso Jiménez Mota son un catálogo de "palos de ciego", sin concierto, ni puerto. Este día, el gremio de la pluma y la libreta hace otro atento recordatorio a las autoridades: en Sonora hay un periodista desaparecido.
Y muchas preguntas sin respuestas:
¿Dónde está el reportero de El Imparcial, Alfredo Jiménez Mota?
¿Está vivo?
¿Estará muerto?
¿Quién o quiénes lo secuestraron la noche sábado 2 de abril del 2005?
Desde hace dos años que nadie sabe de su paradero ¿alguien lo ha visto por ahí?
¿Existe alguna pista o huella confiable que lleve hasta donde se encuentra?
¿Por qué lo desaparecieron?
¿Qué hizo Jiménez Mota para no regresar a casa?
¿Entraña algún mensaje este oprobioso y cobarde atentado?
¿Para alguien en particular; o para todo el gremio en general?
El de Alfredo ¿es un ajuste de cuentas entre mañosos y los obreros de la pluma y la libreta?
¿O en realidad estamos frente a una desaparición forzada, hoy por hoy, un delito de lesa humanidad?
Será la ausencia de Alfredo Jiménez ¿un hecho que condene a los periodistas a vivir y trabajar en la zozobra?
¿Hay que resignarse a adoptar la autocensura como norma de seguridad personal y profesional en el cotidiano ejercicio reporteril?
En teoría, la libertad de expresión se ejerce y está garantizada ¿y en la práctica?
¿Cuánto tiempo más habrá que esperar para que las autoridades rindan un parte de "novedades" de la indagatoria?
Pero ¿habrá acaso un informe detallado de resultados concretos sobre todas y cada una de las líneas de investigación y no un bodrio como aquel del llamado Proyecto Fénix?
Y volviendo a esa fatídica noche ¿además del subdelegado de la Procuraduría General de la República, Raúl Fernando Rojas Galván, quién otro habló con él esa noche?
¿Qué platicaron Rojas Galván y Jiménez Mota?
¿Ya se comprobó si el funcionario de la PGR era el "contacto" que estaba "nervioso", según las últimas frases que intercambió con su compañera de labores?
¿No fue él? ¿Entonces quién?
¿Rojas Galván fue o no el personaje que filtró al reportero el material para sus historias de policías y narcotraficantes?
Si alguna vez lo hizo ¿no supone el hecho una violación a la secrecía de la averiguación penal?
¿Cuál era la relación que sostenían ambos?
Si el Agente del Ministerio Público Federal, Gerardo Rafael Carranza Santana negó haber proporcionado informes de la averiguación previa 1165/2004 ¿quién lo hizo?
¿Por qué el delegado de la fiscalía federal, Carlos Albert Herrera Flores, nunca ordenó una investigación interna para determinar de dónde surgían los datos de las pesquisas que integraba la PGR que posteriormente aparecían en los despachos periodísticos firmados por Alfredo Jiménez Mota?
Suponiendo sin conceder la veracidad de las historias ¿dónde diablos estaban los mandos de la PGR cuando el reportero de El Imparcial desnudaba el amasiato entre policías y narcos?
¿Qué hacía en ese entonces Carlos Albert Herrera mientras Alfredo destripaba la panza del narcotráfico y exhibía sus vísceras?
Cuentan que Alfredo confió a sus colegas de redacción que era perseguido, hostigado y amenazado por desconocidos ¿por qué sus jefes del periódico nunca denunciaron el acoso?
¿No le creyeron?
Si sabían que traía ‘marcaje personal’ ¿por qué no lo protegieron? ¿Porqué nunca denunciaron el acoso?
¿Conocían los editores del diario quién o quiénes proporcionaron la información para sus "reportajes de investigación" sobre las actividades de los grupos de narcotraficantes?
¿Se preocuparon alguna vez por verificar la autenticidad de sus fuentes, de sus notas?
¿Por qué si la PGR ni siquiera habría consignado a Adán Salazar Zamorano como probable responsable del crimen de Francisco Rafael Flores Cárdenas, el periódico lo sentenció y declaró culpable del asesinato? ("Ordenó un ‘narco’ matar a MP federal". El Imparcial, 23/I/05).
¿Son válidos los juicios sumarios en el Código de Etica de la influyente empresa editorial?
¿Dónde quedó el archivo personal y periodístico de Alfredo Jiménez?
¿Por qué sus superiores omitieron delatar con premura a las autoridades sobre su desaparición horas después de aquella noche del sábado 2 de abril?
Cuando ya no respondió al teléfono ¿qué hicieron los jefes de Jiménez Mota durante el domingo 3, lunes 4, martes 5 y parte del miércoles 6 de abril del 2005?
¿Qué explicación o justificación esgrimieron para ocultar la desaparición del reportero?
¿También los directivos del matutino fueron amenazados?
¿Midieron las consecuencias de esa irresponsable y criminal omisión?
¿Por qué no se opusieron a que la PGR ejerciera la facultad de atracción del caso?
¿Desconfiaron del trabajo que venía realizando la Procuraduría General de Justicia?
¿O tal vez sería una acción premeditada de las autoridades estatales para sacudirse el complicado y espino asunto?
¿Qué no cuenta la PGJ con mayores recursos materiales y personal humano especializado en la investigación de homicidios?
¿Acaso en los prontuarios de El Imparcial habrá registro de algún crimen –desde el asesinato de Rodolfo El Chipilón Gaxiola hasta la fecha— que hayan esclarecido los sabuesos de la PGR?
¿Deveras les sigue inspirando confianza el trabajo de la PGR, después de tantos equívocos y metidas de pata?
¿Serían las pifias de la PGR y la ineptitud de José Luis Santiago Vasconcelos lo que motivó alguna vez decir al presidente Vicente Fox que no se comprometía a resolver el caso?
¿Alguien tiene la certeza plena de que la fiscalía federal esclarecerá algún día el atentado?
Ya pasaron 730 días y como muchas otras, una pregunta sigue sin respuesta:
¿Dónde está el periodista Alfredo Jiménez Mota?
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